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Mitos de la publicidad impresa vs. digital

En una era dominada por smartphones, redes sociales y anuncios en línea, es fácil asumir que la publicidad impresa ha quedado obsoleta. Frases como “todo es digital ahora” o “la publicidad impresa ya no funciona” se repiten como mantras en muchas juntas de marketing. Pero, ¿qué tan cierto es esto?

La realidad es que lo impreso sigue teniendo poder, de hecho, diversos estudios, como los de la Asociación de Datos & Marketing, demuestran que la publicidad impresa sigue generando altos niveles de credibilidad y conexión emocional con el público.

Hoy desmentimos algunos de los mitos más comunes al comparar estos 2 enfoques:

 

 

Mito 1: “La publicidad impresa está muerta”

Realidad: Aunque ha disminuido en comparación con su apogeo, la publicidad impresa sigue viva y sigue dando resultados a muchas empresas. Revistas, periódicos, folletos y catálogos siguen siendo efectivos, sobre todo en negocios locales, públicos mayores o sectores donde la experiencia táctil agrega valor. Según la Asociacion de Datos & Marketing, el 88% de las empresas que encuestaron, afirmaron qué la distribución de folletos aumentó las ventas de la empresa.

 

Mito 2: “Lo digital siempre es lo más barato”

Realidad: Si bien es cierto que muchas campañas digitales permiten empezar con presupuestos bajos, los costos pueden escalar rápidamente. La impresión tiene costos fijos y la distribución puede ser más rentable en campañas locales o de distribución controlada en puntos estratégicos.

Mito 3: Lo digital tiene mejores resultados medibles

Realidad: Es cierto que lo digital permite una medición más detallada (clics, impresiones, conversiones), pero eso no siempre equivale a un mejor resultado. Las campañas impresas pueden tener impacto más duraderos y tangibles. Por ejemplo, un buen folleto puede quedarse en una casa durante semanas, mientras que un anuncio digital se olvida en segundos.

 

Mito 4: La publicidad digital es inmediata y asegura ventas.

Realidad: Aunque es rápida, no siempre genera ventas directas. Los clics e impresiones no siempre representan una intención real por clics accidentales, segmentación inadecuada o reportes poco claros. Un folleto bien diseñado y entregado en la zona correcta puede costar menos y generar más impacto que un anuncio digital con segmentación inexacta.

 

Mito 5: Todo el mundo está en digital, ahí está toda la audiencia

Realidad: No todas las personas usan redes sociales o ven anuncios online; segmentos mayores de 40-50 años aún consumen más medios impresos y tradicionales. Además, con la saturación de anuncios online, baja la visibilidad y atención de los mismos, por ejemplo; según Hootsuite, el 42% de los internautas de todo el mundo utilizan herramientas de bloqueo de anuncios al menos 1 vez al mes.

En resumen:

La publicidad impresa es tangible, cercana, confiable, útil en lo local y mayor recordación mientras que la publicidad digital es más dinámica e interactiva. Ambas segmentables y medibles con objetivos diferentes, que juntas, te pueden ayudar a abarcar el mayor público, generando estrategias de gran impacto.

Lo ideal: una estrategia híbrida, donde lo impreso refuerce lo digital y viceversa.

 

Artículo por: Nayelli Brragán